“-Mulá, ¿cuántas estrellas hay en el cielo?
-Eso es una pregunta muy fácil -dice el mulá.
-Hay tantas estrellas en el cielo como cabellos en la melena de mi asno.
El sacerdote no le cree.
-Mulá, ¿cómo sabe eso? -dice-. ¿Cómo sabe eso?
-¿Qué importa? -dice el mulá.
-Se trata del resultado. Pero cuéntelos si usted quiere.
-¡Vamos mulá, eso es imposible de hacer!
-¿Por qué no se puede? Es fácil contar los pelos de la melena de mi asno.
¡En todo caso más fácil que las estrellas en el cielo!”